Tuesday, November 22, 2005

13 - La destrucción de So`doma`, Mo`dorra`, Ma`mona`, y Go`mona`s - Parte 2

Tema 11: El Oso, Moris y Abraham


a - La venganza del Cid, la venganza de la Vid, y el borracho que dice "¡cómo te quiero!"


Con

Abraham, como él mismo.
La novia de Chucky, en el papel de Ruth
El oso Barnie como Lot
Dios como Dios
Cristo como Cristo y Dios
Dios como el Espíritu Santo y Cristo
El Espíritu Santo como Dios y Cristo y él mismo y la Santísima Trinidad y...

Iluminación

ABL

Edición

Papparazi

Dirección

Jorge Lucas


- A veces amigo... - le dice Abraham a su osito de peluche - ...a veces un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer...Y esta noche tenemos algo que hacer, tu y yo juntos...-. Sostiene a su osito de peluche frente a su rostro. - Oh si, amigo, esta noche ¡quiero gozar! - exclama y se lo lleva a la entrepierna. - ¡Así!. ¡Eres un oso malo! (esta es la primera referencia bíblica a ciertos gustos que los homosexuales tienen por estos animales).
- ¡Eh, Abraham! - le grita Dios.
- Ups...eh...si, ¿Dios?. Oh...pero ¡cómo le va don Dios!. Tanto tiempo sin vern... upa... eh, espereme un toque, si...
- Dale...y sacate el osito de peluche de Taiwan de ahí abajo.
- Ok. ¿Qué dide Con?.
- ¿Qué?.
- Eh...¿qué dice Don?.
- Bien, bien, ¿vos cómo andas Abri?.
- Uh, ya lo ve...algo ocupado - dice Abraham mirando a su osito de peluche Made in China 2 x $ 10 con cariño y le murmura - Oh, osito, no te preocupes. Enseguida seguimos en lo que estábamos. Diga Dió.
- Bueno, mirá, esto de Somoda, Gomona, Passolini, Liberace...todo un asco.
- Si, ¡y no se olvide de lo último de Elton John!.
- ¿Que no me olvide?. Miralo a Angel Ito.

Por entre las nubes se asoma Angel Ito. Está vestido todo de blanco con lentejuelas y unos anteojos enormes y amarillos.

- ¡Hora, hora hora! - canta con la melodía de "Candle in the wind".
- Ok. Entendí Dios.
- ¿Qué entendiste si no te expliqué nada todavía?.
- Eh...ah...bueno, si, lo que pasa que...¡apúrese Dió!. ¿Me entiende? - dice Abraham y cabecea señalando al osito de peluche de Once.
- Si, si, bueno...eh, mira Abraham...Decidí destruir Somoda porque está llena de pescadores...
- ¡Pecadores! - le susurra al oído Querubín que apareció de la nada y antes de terminar de decir "pecadores" ya no estaba.
- Eso...está llena de pecadores y jugadores de Defensores de Belgrano y la verdad, no da Abri.
- Ok. ¿Y a mi qué me dice?.
- Es que vos estás ahí y bueno, no quiero liquidarte con todos los demás.
- No, yo no estoy "ahí".
- Si que estás.
- Que no estoy.
- Que si.
- Que no. Yo estoy acá. Usté está ahí.
- No, vos estás ahí. Yo estoy acá.
- No, yo estoy acá.
- No, vos estás ahí.
- Acá.
- Ahí.
- Que no: yo estoy acá. Ahí está usted.
- ¿Dónde?.
- Ahí.
- ¿Acá?.
- No, acá estoy yo. Ahí está usted.
- Ay...me duele la cabeza.
- Claro, ahí.
- ¡Hora! - canta Angel Ito.
- Bueno, mirá nene... voy a destruir la ciudad donde vos estás.
- No Don Dió. Yo estoy en Sodoma.
- ¡Y bueno!.
- Y bueno nada, usté dijo que iba a destruir Somoda.
- Si, yo voy a destr... ¿Ah, si?. Uh...no, no...quise...uh...qué mal...con razón tuve quejas con esa otra destrucción de...de...
- Mersu - le dice Querubín vestido con tutu en menos de una milésima de segundo.
- Esa...tenía que destruir...eh...
- Sumer - le grita Querubín vestido del General Patton.
- Eso y bueno...termino hablando al berre y no se porqué si el lunfardo todavía no se inventó.
- Ok. Va a destruir entonces... - dice Abraham haciendo una pausa mientras acaricia a su osito de peluche de Colombia, le saca algo de adentro, lo huele y se lo aspira. - Uh...si...quiero ¡máas!.
- Hola, soy Timo Maas - saluda uno con una bandeja de dj bajo el brazo.
- ¡Sodoma! - exclama Dios.
- Aha - dice Abraham mientras prende un cigarrillo. - ¿Quieres... mi dulce osito de peluche?.
- Abraham, te estoy avisando para que te salves y salves a los tuyos.

Llega Querubín con ropa de cuero negro y un látigo en la mano.

- Dios, lo estamos esperando para lo de Gomonas...¡vamos Dios!.
- Eh, ya voy quer...
- ¿Adónde va? - pregunta Querubín que se cambió y ahora está vestido de Sylvester Stallone en Rocky 3.
- Eh...allá a...
- ¿Dónde? - dice Querubín que ya fue y volvió con el vestido que Marilyn usó en la famosa foto.
- Allá, con ustedes.
- Bueno, traígase unos canápes y apúrese...¡no sabe lo que se está perdiendo!

Abraham, con una toallita en la cintura, está revisando unos papeles que tiene sobre la mesa. Se da cuenta que en los últimos tiempos estuvo haciendo muchas inversiones en propiedades en Sodoma y le entra el pánico. Se vuelve hacia Dios y empieza a chamuyarlo.

- ¡Dió!. Mire...¿por qué no se busca alguna otra ciudad para destruir?. Digo...justo éste pueblucho que no vale nada...
- Uh, Abraham, ya me decidí...una vez que me decido, viste, yo soy medio indeciso, entonces me decidí y bueno...viste...estoy decidido y como soy así tan indeciso no quiero indecidirme de vuelta, ¿entendés Abrajan?. Porque si me indecido después voy a estar indecidido una bocha de tiempo y no quiero estar indecidido ahora que me decidí, ¿entendés?. No te lo tomes a pecho...
- ¡Pechoooooooooooooooos! - se escucha que grita Cristo.
- Eh...uh...eh...si...bueno Abranlá. Voy a destruir la ciudá, no hay vuelta macho. Bancatela.
- No Dió, por favor...mire...es que yo había elegido este sitio para instalarme con mi Osito de Peluche...y es un lugar por el que siento un entrañable cariño...¿No es verdad mi adorado...mi querido...mi amado...osito de peluche?. Dile...dile al hombre de la barba blanca - dice Abraham acercándose y abrazando al osito de peluche de Jugueterias Colón.
- ¡¡¡Peleaaaaaa de gataaaaaaaaaaaaaaaas!!! - exclama el Angel Gabriel.
- Eh...me tengo que ir...me estoy perdi...Bueno, mirá Abracadabra yo tengo que destruir...
- Esperese un instante Don Dió...mire...a ver...¿si encuentro 50 justos, no la destruye? - pregunta Abraham.
- Si, ok, me teng...si, bueno, si encontrás 50 justos no la destruyo...
- ¡Apurate Diós, no sabés lo que te estás perdiendo!. ¡¡¡En un jacuzzi se están bañando juntitas Luciana Salazar, Ingrid Grudke, Claudia Schiffer y China Zorrilla!!! - grita Querubín vestido de Araceli Gonzalez.
- ¡¡¡Ya voy!!!. Chau Abr...

Pero Abraham, sabiendo que ni en pedo iba a encontrar 50 justos en aquella ciudad del pecado, empieza a regatear.

- Dios...¿y si mejor hacemos 45 justos?.
- Eh...uy, si, lo que quieras Abrazáan.
- No, mejor...espere...sumo 4, me llevo 12...¿cerremos en 32 justos y 3 lieros?.
- Si Azerbajian. Lo que quieras. Chau, me voy a ver a las...
- ¡¡¡Moria, Moria!!!. ¡¡¡Zulma Faiad!!!. ¡¡¡Graciela Alfano!!!. ¡¡¡La mala y tetona de Flo-ri-cien-ta!!! - gritan en el cielo.

- Ok, ¿le digo qué?. 17 justos, 5 probos, 2 buena onda y me planto.

Dios se muerde el labio.

- Si Abrigán. Si, ahí me planto también. Me quiero ir a ver a las...
- ¿9 justos, 3 macanudos, 5 piolas y 2 boy scout?
- Si Abaratán, lo que...
- ¿6 justos, 4 copados, 3 bien dispuestos, 3 monaguillos y 1 uno que ayudó a cruzar a un viejito?
- Si, si, si, lo que digas vos...
- ¿5 justos?.

Dios lo mira, mira al cielo, ve a sus amigos enloquecidos por la vista de Gomonas y hace lo que siempre hizo.

- ¡Ma si!. Trae 5 justos y Sodoma zafa.
- Grande Dio. ¡Osito, volvamos a lo nuestro! - exclama Abraham y se vuelve a la cama.

Dios llega a la nube desde donde están espiando Gomonas.

- Ay mamita...si, así...pasale el barrito por la espaldita a esa colegiala... uy...si... - dice Querubín.
- Hooo...ooo...oooo...raaaa... - temblequea Angel Ito, que parece a punto de estallar en llamas.
- Mir...mirá...se prendió Nancy Duplaa...
- Y...y...¡Luisiana Lopilato!.
- Ay, que linda la nenaaaaaaaaaaaa...
- ¡¡¡Luisiana!!!. ¡¡¡Luisiana!!! - grita la pequeña muchedumbre que se juntó a espiar desde aquella nube.

Las almas llegan a las puertas del cielo pero no hay nadie para recibirlas. Están todos pendientes de lo que pasa ahí abajo, incluyendo San Pedro.

- ¡¡¡La Kloosterboer!!!.
- ¡¡¡Que pele, que pele, que pele!!!.
- ¡Diganlo más rápido!.
- ¡¡¡Quepelé, quepelé, quepelé!!!.
- ¡¡¡Parece el nombre de una comida árabe!!!
- ¿Me perdí de mucho muchachos? - pregunta Dios agitado.
- Eh...no Dios, mirá...llegaste para la lucha en el barro...
- ¡Esta ciudad es una maravilla!.
- ¿Y Dios, ya destruiste esa ciudad llena de...de...de mueredenubes? - pregunta Angel...María, bufando por el lamentable espectáculo que dan sus compañeros de trabajo.
- Eh...¿qué?. ¿Qué cosa? - dice Dios mientras mira hacia Gomonas por unos binoculares.
- ¡Uh...como les daría a todas...!. ¡Y después me iría a Sodoma a recibir! - grita Angel Angela.
- Hoooo...oooo...ra...ra...ra... - exclama Angel Ito señalando la llegada de Nicole Kidman.
- Uhhhhh... -.
- ¡La ciudad de los comealfalfa! - sigue Angel...María.
- ¿Los que? - dice Dios que ahora usa un catalejo.
- Los tragapepinos.
- ¡No entiendo! - contesta Dios mientras ajusta las lentes de un telescopio.
- Los lamepostes.
- Non...
- ¡Los desayunalacteos!. ¡Los consumemedialunas!. ¡Los amigos del amigo!.
- ¿Me podés decir de qué hablás?.
- ¡¡¡Si destruyó Sodoma, la ciudad de los putos del ortooooooo!!!.
- Bueno, tampoco es para que te enojes así, Mary, oh Mary, won`t you please go home (gracias Boingo)... Eh...Y no, para tu información no la destruí.
- ¿Cómo que no la destruyó?.
- No, no la destruí - se molesta Dios espiando por un periscopio invertido.
- ¿Pe...pero por qué, si iba tan decidido?.
- Bueno, a último momento decidí que no. ¡Uh!. ¡Al final estaba decidido!. ¡Me decidí!. Que bueno...no soy tan indeciso, ¿no?. ¿Vos qué decís Querubín?.
- ¡No moleste Dios!. ¿No ve que se prendieron Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu?.
- ¡¡¡Aguanten Los Angeles!!! - grita Cristo.
- Uh...las tres...eh...ya vengo - dice Querubín. - Ah, ya volví... uh...Lucy... si...divina orien...Ya vengo...Ya volví - dice y se le empiezan a notar unas ojeras pronunciadas. - Oh...pero Drew... tiene esa pinta de turri...ya vengo...ah...ya volví -. Tiene las palmas de las manos cubiertas de pequeños pelos. - Y Cameron... tan rubia y tan... ya vengo...eh...ya volví -. Ahora sus manos parecen las de un gorila. - Uy...y allá...uh...miren... ¡Amelia Bence!... Ya vengo - Como 5 minutos después. - Ya volví... -. Está pálido y es todo una ojera. - Es que las veteranas me vuelven loco

Desde la tierra

- ¡¡¡Diooooooooóóóóó!!! - llama Abraham.
- ¿¿¿Qué querés Albrancaná?.
- Mire... - dice mostrándole a 5 afeminados que no dejan de sonreirse y toquetearse.
- ¿Y eso?.
- Lo que le prometí. Le traje a los 5 juntos.
- ¿5 juntos?.
- Si. ¿No me pidió 5 juntos?.
- ¡5 justos dijimos!. ¡5 justos!.
- Ahhhhhhhhhh...yo sabía que en algo me había equivocado...
- Bueno, no me vuelvas a llamar que me cortás la inspir...
- No, no, no. No se vaya que acá...mire...acá están los 5 justos - dice señalando a otro grupo, uno vestido de obrero, otro de indio, otro de cuero negro, uno de marinero y otro de cowboy - ¡5 justos exclama!.
- ¿Est...estos son los 5 justos?.
- Si Dió.
- Per... - duda Dios mientras ve que los 5 está haciendo pasitos de baile, armando las letras Y, M, C, A y apoyándose unos a otros mientras se pasan aceite por los cuerpos trabajados. - ¿No pudiste conseguir algo mejor?.
- No Dios, ¿mejor que esto?. Son 5 justos: Justo José de Urquiza, Juan B. Justo, este que justo llegó, este que justo se va y éste otro que justo andaba por acá. 5 justos, ¿eh?. ¿Si?. ¿Ve? ¿5?. ¿5 justitos?. ¿5?. ¿Cinquito? - dice Abraham con una sonrisita dibujada en la cara. - ¿Diosito?. ¿Dios?. ¿Ahorita no va destruir la ciudad?.

Se hacen unos segundos de silencio.

- ¡¡¡Basta!!!. ¡¡¡Se acabó!!!. ¡¡¡Vos me estás tomando los pelos de la barba!!!. Destruyo la ciudad. Andate si no querés que te destruya con ella...
- ¿Con quién?.
- ¡Con ella!.

Abraham mira a su osito de peluche manuelita vivía en Pehuajo.

- Pero...es un osito, no una osita...
- ¡Estoy hablando de la ciudad!.
- ¿La ciudad es un oso?.
- Uh...tomatelas porque va a ser un destrozo...y no mires para atrás porque te vas a convertir en estua...estu...astua...est...
- ¡Estatua Dios! - le dice al oído Querubín vestido de Buzz Lightyear.
- ¡Estatua!. Estatua de sal.
- No Dios, de sal no que ando con la presión alta y no puedo consumir nada, nada, nada...
- Abraham...se te acaba el tiempo...destruyo todo.
- No...mi osito, mi dulce osito...oh, si, toma una barra de chocolate dulce osito - dice Abraham.
- En 5, 4, 3...
- ¡¡¡Noooooooooooooooo!!!. ¡¡¡Jamás Dios!!!. ¡¡¡No podés destruir Sodoma porque nosotros...nosotros nos opondremos!!! - grita Abraham y enciende su sable luminoso.
- ¿Ah, si?. Entonces ¡es guerra! - grita Dios. - Muchachos, ¡una manito que aca se hacen los duros!.
- Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
- ¡Ni en pedo!. Acaba de llegar Demi Moore y está haciendo sandwichito con las nenas de "A los trece"!.
- Uh, estos siempre igual...cuando uno los necesita...
- ¡¡¡Las nenas con las nenas, las nenas con las nenas!!!.
- ¡Guerraaaaaaaaaaaaaaaa! - grita Abraham. - Vamos osito, ¡juntos podremos!.
- Si, si - dicen varios trolos que andaban por ahi.
- ¡Guerra!.
- ¡Guerra!.
- ¡Guerra!.
- ¡Juan Luis Guerra!.
- ¡Maximiliano Guerra!.
- ¡Xena la guerrera! - grita uno de los trolos.
- Uh...siempre hay un desubicado.
- ¡Yo hago de Darth Vader!.
- ¡No, yo!.
- ¡No, sho!.
- Yo soy Han Solo.
- ¡Y yo la princesa Leia! - grita otro de los gay.
- ¡Uh...Darth Vader!. ¡Vení, dame masa! - grita Angel Angela. - ¡Y a vos, Leia, te doy!.
- ¡Guerra, guerra, guerra! - gritan todos y se arma.

Al final, por supuesto, Dios ganó por goleada, Abraham se salvó, los muchachos siguieron disfrutando de la vista hasta que las chicas se cansaron de enfiestarse, Ruth terminó trabajando de estatua y el osito de peluche, de querusa de querusa, especuló con el precio de las propiedades, se llenó de dracmas y terminó como magnate en Hollywood.

b - El sacrifico de Isaac Newton

- ¡Abraham!. Oh...A-bra-jaaaa-aaam... - llamaba Dios.

Pero Abraham no lo escuchaba. Sus ojos se perdían en el vacío y cantaba.

- "Oh...un osito de pelucheeeeeeee... de Taiguan....".
- Uh, Dios yo...¿todavía seguís con eso Abraham?.
- Es que...es que...es que fue como si clavara un puñal en la espalda...
- Eh...de hecho Abraham... - le dijo Dios señalándole un puñal clavado en su espalda. - El osito te clavó eso y todavía no te lo sacaste.
- Es que...es que...es que...así tengo algo para recordarle.
- Bueno pibe...mirá, si querés seguir deprimido, asunto tuyo. Quiero que me hagas un sacrificio.
- "Osiiiitoooooo...".
- Vas a sacrificar a Isaac Hayes, tu hijo.
- Ok. Si. Lo que usted diga. Por lo que me importa...
- Bueno, dalé...sacrificalo.
- Ok. ¡Isaav Asimooov!. Vení un segundo.
- Hola papi. ¿Cómo estás?. ¿Bien?. ¿Si?. ¿Bien?. ¿Estás bien?. ¿Si? ¿Si?. ¿Bien?. ¿Estás bien papá?. ¿Estás bien? - llega sonriendo Isaac Abramovich.

El pibe es un imbécil.

- Uh...capaz que le tendría que haber pedido otro sacrificio. A éste hasta yo lo sacrificaría - murmura Dios.
- ¿Que mate a su propio hijo?. ¿Que mande a su PROPIO HIJO a una muerte segura?. ¿Que asesine a la CARNE DE SU CARNE?. Mirá lo que le pedís vos pá. Ja...¿qué padre sería capaz de algo así? - dice Cristo mirando a Dios.

Dios silba y mira para otro lado.

- ¿Qué...qué...monstruo haría algo así?.

Dios se pone a hojear el Ole del lunes.

- ¿Qué bestia sin alma cometería semejante acto? - se indigna Cristo y apunta su puño hacia la tierra (es que hacia el cielo no pudo apuntarlo porque ya estaba ahí).
- Si, ¿no?. ¡Qué loco!. Ahora dejame que tengo que seguir laburando.

En eso mira hacia la tierra y ve que Abraham está a punto de clavarle un puñal a su hijo Isaac Rabinovich.

- ¡¡¡Noooooooooo!!!. ¿Que hacé zarpado?.
- Lo que usté me pidió Don Dió..."Oh...si la muerte me acechara
en tu cueeeeeeva dormiríiiiia".
- Era...era una prueba nomás Abraham
- ¿Ah, si?. ¿Si?. ¿Si, era una prueba?. ¿Si, si, si?. ¿Una?. ¿Una prueba?. ¿Era una prueba?. ¿En serio?. ¿Nada más que una prueba?. ¿Una prueba?. ¿Era eso?. ¿Una prueba? - dice el hijo.
- Uy, Dios...yo...mi...si querés matalo Abraham...

Pero Abraham se había ido y estaba apoyado contra un árbol llorando desconsolado.

- Oh...mi ositooooooo...
- Pero Abraham, te cagó, te dejó por otro, se quedó con todo lo que tenías, te clavó un puñal en la espalda...
- ¡¡¡No importa!!!. Yo...amo a mi osito de peluche de Madagascar...
- Uy...cuando inventarán el Prozac.
- ¿De verdad pá?. ¿Lo amás. ¿Amás al osito de peluche?. ¿Lo amás?. ¿Si?. ¿Si?. ¿Si, lo amás?. ¿Si pa?. ¿Si?
- Uh, pibe, callate porque le digo que te sacrifique en serio.

En eso, sobre la ladera, aparece el osito de peluche.

- ¡Mi osito de peluche de Calcuta!. ¡Has vuelto! - exclama Abraham y sale corriendo al encuentro de su osito de peluche de Afganistán que viene con dos ositos de la mano.
- ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió!. ¡Volvió! - exclama el hijo de Abraham.
- Pibe, me cansaste - dice Dios, manda un rayo que le da a un árbol y este se viene encima de Isaac, lo aplasta y lo mata al instante.
- Total, este viejo verde va a tener unos cuantos críos más - dice Dios mientras mira enternecido el reencuentro de Abraham, su osito de Peluche de La Salada y los hijos de ambos que Abraham nunca había conocido.

c - Los otros hijos de Abraham

Abraham tuvo varias mujeres. Una fue Quetur(r)á, o "la loca esa" como le decían en el barrio. Con ella tuvo a Zimrán, Iocsán, Sacaan, Yo Carlos, Lo Garantizo, Dedán y Sebá, el inventor del mate. Los descendientes de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumies. Los hijos de Iocsán fueron Diesel, el rastrojero y Ben Affleck.

Abraham legó todos sus bienes a sus ositos. También hizo regalos a los hijos de sus otras mujeres, pero mientras vivía, los apartó de sus hijos los ositos para que nadie jugara con ellos.

d - La muerte de Abraham.

Abraham vivió ciento setenta y cinco años. Murió a una edad muy avanzanda, feliz, y cargado de años y junto a su osito de peluche de Castelar. Cuando murió, fue a reunirse con los suyos. Sus hijos lo sepultaron en una caverna, de donde Batman tuvo que sacarlo cuando construyó la primera Baticueva, que quedaba justo al sur de Lomas de Zamora, en un campito que Abraham había comprado antes de invertir en Sodoma.

Eso dicen las Sagradas Escrituras. En realidad el Abraham se murió en la cama mientras tenía relaciones con un osito menor de edad, de peluche negro y comunista. Pero para salvaguardar su buen nombre, ninguno de estos datos fue dado a conocer hasta el día de hoy.

Así se cierra la historia de Abraham, un gran hombre con un pequeño osito de peluche.


Continuará en tu juguetería amiga...

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