5 - Despuès de todos los otros despueses

Tema 5: la sucesión

En el Cielo.

- ¡¡¡Paaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! ¿Donde dejaste el Estancielo?.
- No se Cristo querido - respondió su padre, ya harto ni bien comenzada la jornada.
- ¿Y el TEC?.
- Pará que pregunto...¿donde esta el Tactica y Estrategia Celestial, Espiritu Santo?
- ¿¿¿Como queres que sepa???. ¿¿¿Que soy, la mucama yo???? ¿¿¿Soy tu esclavo?. ¿El Señor quiere que limpie las nubes también? ¿Eh? ¡¡¡¿Eh?!!!.
- Upa...¿que le pasa a la Espiritu Santo hoy? - preguntó por lo bajo Angel Angel Angela
- No se che. Parece que le di-vino. Ja...ja...ja...”Le di-vino”...ay...que buen... - comentó riéndose a carcajadas un pinche de ángel que andaba por ahi. - Le di...vi...uf....

Silencio. Ruidos de aleteos angelicales.Nadie entiende el chiste

- Ok. Mejor me callo.
- Pa...estoy aburrido y quiero jugar a algo...¿No tenemos un Family game?
- Todavía no se inventó
- ¿Un Sega?
- No existe
- ¿Playstation?.
- Non hay.
- ¿La Inquisicion?
- Not yet
- Ufaaaaaaaaaa. ¡¡¡Me aburrooooooooooooooo paaaaaaaaaaaa!!!.
- Juguemos a La casita de Dios robada hijo...
- ¡¡¡Ese juego es una porquería!!!
- ¿Dios?
- Si Angel...Maria....
- Uh, don, ¿no me puede decir Maria solamente?
- No.
- Pe...¡¡¡¿¿¿Por queeeeeeeeeee???!!!.
- Upa...parece que a la que te dije tambien le “di-vino”... - dijo el Angel Angel Angela.

Estallido de risas.

- Ehhhh...pero cuando lo dije yo, nadie se rió - se quejó el pinche de angel.
- ¡¡¡Me aburrroooooooooo!!!.
- Callate pinche y segui aleteando.
- Hora -.
- Ay, no, éramos pocos y llego Angel Ito
- Hora - repitió Angel Ito
- Escucheme don...quiero un ascenso - reclamó el Angel Maria.
- Acá no hay ascensos para nadie
- ¿No tenemos una tabla de skyboard?
- No Cristo querido.
- No me hables asi...
- ¿Como te hablé?. Uy...ya me empieza a doler la cabeza...
- ¡¡¡Quiero un ascenso!!!. ¡¡¡Quiero ser arcángel!!!
- Perra...esta me quiere serruchar el piso... - se quejo Gabriel

Llega un aspirante de queribun corriendo agitado

- ¡¡Dios, Dios!!.
- ¿Y éste duende?.
- ¿Que pasa hij...que pasa?.
- ¿Como lo llamaste???. Mi analista está de vacaciones...se me acabó el medicam...Ma´si...me voy a alquilar una pelicula que me recomendaron...y que el barba no quiere que vea: ”Las 12 estaciones”...
- ¡¡¡Noooooooooooo!!! - gritan Dios y el Espiritu Santo al unísono.
- ¡¡No le grites así a mi hijo!! - se quejó el Espiritu Santo.
- ¿Pero que me decis si vos tambien le gritaste?.
- Uh...como estamos con esto del período divino...

El querubin se movía nervioso.

- Señor Dios, en la puerta del cielo hay un señor de traje, corbata y maletin...
- Aha, ¿y que quiere?.
- Dejó...esta...tarjeta... - dijo el querubin dandole la tarjeta a Dios. Inmediatamente fue a esconderse detras de Angel Angel Angela...
- Upa con el enanito, ¿que tenes que hacer ahora? - preguntó Angel Angela.

Un grito se escuchó en todo el cielo.

- ¡¡¡¡¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!
- ¿Qué pasa Dios?.

Silencio.

- Un a....no...es muy terrible...toda la Creación...todo..
- ¡¡¡¿¿¿Que pasa Dios???!!! ¿¿¿Que pasa??? - grita exageradamente el Espiritu Santo.
- Uy, Dios...digo Usted mio, esperemos que se le pase pronto esto porque no se la soporta a la Espiritu.
- Yo...yo...buaaaaaaaaaaaaaaaaa - quiebra en un llanto inexplicable el Angel Maria
- ...que desastre...nunca...esto tiene que ser obra del Señor de las Tinieblas...
- No, no, juro que yo no fuiiiiiiiiiiiiiiiii - se defiende Gabriel, que acaba de ver la tarjeta. - Soy incapaz de hacer algo tan terrible Dios, en serio, lo juro por usted.
- Hora-
- ¿Que pasa? - pregunta el querubin.
- Vos callate y quedate quietito - dice Angel Angel Angela.
- ...no puede ser...tan pronto...eramos tan jovenes, apenas una eternidad... - se lamentaba Dios.
- Hola, soy Michael Jackson. ¿Alguien dijo algo de un querubín?.
- ¡¡¡Quiero un ascenso!!!.
- ¡¡¡Dios nuestro!!!. No soportamos la tension, diganos que pasa...
- ...ese hombre alli...es un a...b...no...no puedo... -.
- Vamos querubin. Ven conmigo que vamos a jugar a la tierra de siempre jamas...- sugirió Michael Jackson.
- ¿Y yo que hago? - pregunto el pinche de angel al que nadie le prestaba atención..
- ¡¡¡Querubin, quietito que ahi viene lo mejorrrrrrrrrrr!!!.
- ¡¡¡Pa´, me prestaron “El dia de la bestia”!!!. ¿¿¿Por qué aparece uno muy parecido a mi clavado en una cruzzzzzzzzzzzz???.
- Ay, mi cabeza...
- Hora - dice Angel Ito.
- Si si si si si...quietito querubin...
- Michael...mirá...estuve practicando un pasito de baile, ¿te lo muestro? - dijo el pinche de angel.
- Si no hay ascenso...¡¡¡renunciooooooooooooo!!! - gritaba Maria
- Auuuuu....me encantó el pasito...venite a trabajar conmigo...
- ¡¡¡Sos un angel, los angeles no renuncian!!!.
- Mi cabeza...la tarjeta...esto es horrible...
- ¡¡¡¿¿¿Por que estoy clavado a una cruzzzzzzzzzzzz???!!!
- Hora -
- Dios, me voy con Michael. Vamos Michael...Aca nadie me da bola, ni se van a dar cuenta que no estoy...
- ¡¡¡¡Divino el querubiiiiiiiiiin!!!.
- ¡¡¡¡¡BASTAAAAAAAAAAAAAAAA!!! - gritó Dios. - Escuchen todos...esto es grave...ese que esta en las puertas del cielo...es...es...

Silencio absoluto.

- ...¡¡¡ES UN ABOGADOOOOOOOOOOO!!!.
- ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
- ¡¡¡Eramos tan felices!!!
- Es el fin de los tiempos.
- ¡¡¡Abogado nooooooooo!!!. ¡¡¡Prefiero el infierno!!!.
- ¡¡¡Pero todavia no existe!!!.
- ¡¡¡Michael, me voy con vos antes que me demanden!!!
- ¡¡¡A coger que se acaba el cielo!!!
- Yo ya estoy en eso- grita Angel Angela. - Quietito querubin...quietito...


Mientras tanto, en la Tierra

- Caín¿quién era ese hombre de traje?
- Un abogado que le mande a… - dijo señalando hacia arriba.
- ¿Un...un...a...bog...?. No Cain, ¿qué hiciste?. Eso es...terri...un abogado...
- ¡¡¡Un a-bo-ga-do!!!. ¡¡¡Un a-bo-ga-do!!! - cantaban a coro los Caines y Abeles más chicos.

Juan Carlos no.

- ¿Por qué hiciste algo tan terrible Caín?.
- Por lo de la sucesión. Así nos repartimos todo lo que dejaron Adán y Eva.
- Mamá y papá.
- Esos. Si.
- No les digas así.
- ¡¡¡No les digas así!!!.¡¡¡No les digas así!!! - cantaban los Caines.
- ¡¡¡Ma-mà y pa-pà!!!. ¡¡¡Ma-mà y pa-pà!!! - gritaban los Abeles mientras hacían una ronda.

Juan Carlos tampoco bailaba.

- Yo me quedo con todo al norte del Ecuador y vos con...
- Si, si, dale...lo importante: las minardas.
- Eso mismito...yo me quedo con una mitad y vos con la otra.
- Ok, ¿las rubias o las morochas?.
- ¡¡¡Queremos las morochas!!!. ¡¡¡Queremos las morochas!!! - cantaban los Abeles.
- ¡¡¡Nosotros tambien!!! - respondían los Caines.
- ¡¡¡Y todas las rubias!!! - seguían los Abeles.
- ¡¡¡Nosotros también!!! - contestaban los Caines.

Juan Carlos no se inclinaba ni por unas ni por las otras.

- No, yo quiero un poco de cada.
- No, no, o las rubias o las morochas.
- ¿¿¿Y las co-lo-ra-das??? - preguntaban los Caines.
- ¿¿¿Y las cas-ta-ñas??? - preguntaban los Abeles.
- ¿¿¿Y las te-ñi-das??? - preguntaban al unísono.
- ¡¡¡Callense que no me dejan pensar!!!.
- ¡¡¡No nos callamos!!!.

Rayos, truenos, nubes negras y grises, lluvia torrencial.

- ¡¡¡Guarda que se pudre todo!!!.
- ¡¡¡Se-pu-dre-to-do!!! - cantaba el coro.
- ¡¡¡CAINNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!!! - se escuchò un grito proveniente de entre las nubes.
- ¡¡¡Se enojò el jefe!!!. ¡¡¡Guarda con el jefe!!! - cantaban todos.
- Upa...te dije Cain, lo del abogado fue demasiado...mirà como se puso el Barba
- ¿¿¿Qué es esto de mandarme un abogado??? - preguntó Dios asomando entre las nubes.
- Bueno Don Dios, es que me gusta todo bien legal, por eso de "cuentas claras, conservan la divinidad".
- Si, si, y yo estoy acá enterrado en papeles que me dicen que tengo que firmar porque sino vas a quedarte con una parte del cielo, y hay una citación por lo del desalojo de tus padres del Paraíso...¿¿¿cómo es esto???. Ay, mi cabeza...
- ¡¡¡Ojo-Caín-conloque-decís!!! - cantaban los Caines y los Abeles.
- No, nada...él abogado me sugirió que así por ahí podíamos sacar más y...
- ¿Sacar más?.

Juan Carlos seguía en silencio.

- ¡¡¡Que-re-mos to-do!!!.
- Ustedes púdranse - gritó Cain.
- Cain, te dije que te pasaste de la...
- ¡¡¡Cain se pasó!!! - cantaba alegremente el coro y festejaba cada intervención de Abel con gritos de "hurras" y "bravos".
- ¡¡¡BASTA!!!. ¡¡¡Que se calle ese coro por mi mismo!!!. Me están sacando más canas de las que tengo - se enojó Dios.
- ¡¡¡Basta, gritó el Gran Jefe!!! - exclamaban los Caines y los Abeles. - ¡¡¡Quie-re-quenosca-lle-mos!!!.
- Paaaaaaaaaaaaaaaaaaa...éste señor de traje dice que puedo demandarte por "maltrato psicológico" y que si gano tenés que pagarme el tratamiento y todos los medicam...
- Diossssssssssssssssss...o me da un ascenso o lo demando por "acoso celestial" - amenazaba Angel...María.
- ¡¡¡Nonoscallamos!!! - se burlaban los Caines y los Abeles.
- Cain...me las vas a pagar...
- ¡¡¡Ca-in cuidate!!!. ¡¡¡Ca-in cuidate!!!
- Bueno, es que el letrado que me representa...
- Hora - se escuchó decir al Angel Ito.
- Un ascenso o vamos a los Tribunales del Cielo...
- ¡Querubin!. ¡Querubin! - llamaba y daba saltitos Angel Angel Angela.

Dios miraba a la tierra, los Caines y los Abeles saltando y gritando, Cain y Abel repartiéndose todo, Angel Ito lo saludaba con esa sonrisa eterna de retardado dibujada en su rostro, María se reía o lloraba indistintamente sin pausa, Angel Angela corría al querubín que quería esconderse entre sus barbas, Cristo y el abogado tomaban un café y ultimaban detalles...

- Ma`si...yo firmo todo. Después me van a venir a rezar y minga les voy a dar bola...
- ¡¡¡El Bar-ba firmó!!!. ¡¡¡Fiesta en la tierra!!!.
- Pero eso si...de arriba no se la llevan.

Ahí nomás creó a los dinosaurios y a los empleados municipales.

- Chau. Que les garúe finito - se despidió. - Yo me voy a dormir una siesta y que me despierten en 5 siglos. ¡Espíritu Santo, vení que quiero hacer cucharita!.
- ¡¡¡El Bar-ba se rindió!!!. ¡¡¡Nos que-da-mos con to-do!!!.

El único que no festejaba era Juan Carlos.

Caín y Abel siguieron haciendo la repartija.

- Bueno...yo quiero las rubias - dijo Cain.
- Yo también - respondió Abel.
- Ok. Entonces yo me quedo con las morochas - retrucó Caín.
- Yo también quiero -.
- No podés.
- ¿Por qué no puedo?.
- Porque no.
- Yo digo que si.
- Y yo que no.
- Que si.
- Que no.
- Que si.
- Que no no no.
- Que si si si.
- ¡¡¡Si si si!!! - cantaban los Caines.
- ¡¡¡No no no!!! - respondían los Abeles.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- ¡¡¡Oh le le, oh la la, Abel se la come, Caín se la da!!!.
- ¡¡¡Porque tenemo` aguante...Cain te la vamo`a daaaaaaaaaaaaarrr!!!
- Si.
- No.
- Si.
- No. Basta. Me pudriste - dijo Caín y ahí nomás agarró una piedra enorme y le partió el coco a Abel.
- Uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - gritaron todos los Caines y los Abeles. - ¡¡¡Mortallllllllllllllllllllllll!!!. ¡¡¡Que-re-mos-mas....que-re-mos más!!!. ¡¡¡Acción acción!!!. ¡¡¡San-gre san-gre!!!
- ¡Se callan!. Ahora van a hacer las cosas como yo digo o... - dijo mostrando la piedra llena de sangre. - ¿Alguien más quiere terminar como Abel?.
- ¡¡¡Yoooooooooooooooooooo!!! - gritó entre llantos Juan Carlos.
- Vos callate...Está así desde que Florencia vive conmigo - le confesó Cain a uno de los Abeles.
- ¡¡¡Caín se curte al trava!!!. ¡¡¡Caín es lo más!!! – anunciò el Abel al coro.
- ¡¡¡Caincaincaincaincaincain!!!. – ovacionaban los Caines y los Abeles
- ¡¡¡Que locoooooooooo!!!. Diganlo mas ràpido y suena como inca…

Ahì nomàs el coro empezò…

- ¡¡¡Caincaincaincaincaincaincaincaincaincaincaincaincaincain…!!!
- Por favoooooooooooor…callense un poco…. Me tienen harto. Ok. Les voy a dar algo asì se calman. Ustedes se quedan con las coloradas - le dijo a los Abeles. - Ustedes con las castañas - dijo a los Caines. - Juan Carlos, con las teñidas. Aunque no se para que se las dejo... Y yo me voy a fundar Henoc y a llenarme de plata...
- Momentito: vengo por mi 25% - dijo el abogado que había aparecido de repente.
- ¡¡¡El ave de rapiña-ya-ba-jò del cie-lo y viene por más!!!.
- Essssssta te doy el 25%, cuervo - dijo Cain (asì naciò el gesto de "esta", cuando Cain sacò sus testìculos de entre sus ropajes y se los mostrò al letrado. Esta costumbre sigue hasta nuestros dìas aunque con ciertos cambios).
- Me imaginaba que iba a pasar algo como esto. Pero me vine bien preparado, asì que no importa. Ya firmé un acuerdo con un tal Astaroth. Después te las vas a arreglar con él, gil.
- Tomatela` o... - amenazó Cain mostrando la piedra de nuevo.
- ¡¡¡Tomatela`!!! - cantaban todos.
- Esta noche ¡¡¡fiesta!!! - anunció Caín.

Y hubo fiesta y la fiesta duró y duró hasta que Dios se despertó de la siesta. Y ni te cuento la que se armó entonces...